Boletín - Marzo 27 de 2020 - n.º 21

CARTA A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA
________________________________________


¿Nada volverá a ser normal?
La anormalidad como condición del siglo XXI

John Harold Córdoba Aldana
Vicerrector Académico

El contexto actual por el que atraviesa el planeta debido a la declaración por parte de la Organización Mundial de la Salud de la pandemia por la expansión del coronavirus, COVID-19, es una situación inédita. En el pasado tuvimos algunos hechos similares por las pestes que arrasaron con habitantes en Europa durante el siglo xvi: la epidemia de viruela que acabó con millones de nativos americanos o la gripe española que mató a casi 50 millones de habitantes en todo el mundo. 

Es un hecho inédito porque por primera vez una epidemia abarca el planeta ocupado por la especie humana. Mientras escribo, nos estamos enterando que uno de cada cinco habitantes, el 20 % de la población mundial está con algún grado de confinamiento para hacer más lenta la expansión del virus, aun así, la cifra puede aumentar. También, porque estamos viviendo en un planeta urbanizado, donde el contacto cercano hace que la transmisión de la enfermedad sea mucho más rápida. Y porque el comportamiento de este virus, y los que están por venir, cambiará nuestras actuaciones que pensábamos normales. De acuerdo con los especialistas en salud, el confinamiento decretado por el gobierno nacional no es para detener el virus, es para que todos no nos enfermemos al mismo tiempo, colapsemos el débil sistema de salud y aumentemos el número de muertes, porque no habrán las suficientes salas de cuidados intensivos dotadas con respiradores para atender las enfermedades pulmonares. La situación que estamos viviendo hoy se puede prolongar por mucho tiempo y lo que pensábamos que era normal tendrá que cambiar. Frente a situaciones desconocidas los humanos podemos tomar decisiones que en otras circunstancias nos parecerían impensables y, por tanto, postergables.

En ese marco, la Universidad Pedagógica Nacional ha tomado y debe seguir tomando decisiones pensando en el bien común, a pesar de lo difícil que pueda resultar dar un salto que nos permita seguir existiendo y fortaleciéndonos como comunidad. Por fortuna, cada vez contamos con más medios para formarnos como profesionales en coherencia con los fines que históricamente ha construido el Alma Mater. 

Tiempos inéditos necesitan soluciones inéditas. No podemos pensar que podemos hacer las cosas como normalmente las hacíamos. El virus no se va a ir después de unas semanas, y debemos buscar alternativas según nuestras capacidades y posibilidades, siempre en dialogo permanente con otros colegas, con nuestros estudiantes, el personal administrativo, trabajadores y los recursos que la Universidad pueda ofrecer. 

Por ahora trazamos unas metas para tener cursos virtuales en los programas que cuentan con calendario académico activo y los que inician, en su mayoría, el 13 de abril y hasta el 30 de mayo, como lo señala la directiva 04 del Ministerio de Educación Nacional del 22 de marzo, o cualquier norma que modifique el desarrollo de las actividades académicas por parte de los gobiernos locales o nacionales. Luego, cuando ojalá sea posible, regresar a las actividades presenciales como está aprobado en nuestros registros calificados.

Pasar de clases presenciales a cursos virtuales no es un ejercicio sencillo. Por eso, las decanaturas y la coordinación del doctorado están acompañando el proceso para monitorear e implementar las posibilidades que tenemos. En todos los casos debemos considerar los avances y limitaciones que tenemos como Universidad para el proceso de virtualización de los cursos. Un primer aspecto es que las posibilidades de tener clases virtuales, que intenten emular a través de cualquier aplicación una clase presencial, genera muchas dificultades porque las redes se saturan, no todos tenemos acceso al ancho de banda adecuado, existen muchos elementos de distracción en lo hogares, etc. Motivo por el cual no estamos hablando de clases virtuales sino de cursos virtuales que tienen otro tipo de metodología de trabajo que no implica necesariamente la presencialidad a través de la red. Es necesario explorar todas las posibilidades, desde la comunicación por correo electrónico hasta el uso de plataformas más robustas, y evaluar lo más adecuado para cada caso. En ese sentido, es importante familiarizarnos con el correo institucional porque allí tenemos varias herramientas para mantener el diálogo entre todos los miembros de la comunidad universitaria. El correo electrónico institucional es el primer eslabón, como manifiestan desde la administración, para seguir la trazabilidad de todos nuestros procesos. 

Los cursos virtuales tienen una característica, y es que la información está depositada en algún sitio para revisión por parte de los estudiantes. En ese caso, frente a las dificultades de conexión que podamos tener, cada persona podrá consultar la información a lo largo del proceso formativo. Grabaciones de audio, video, cuestionarios, etc., pueden ser consultados y trabajados según nuestros tiempos y posibilidades. Tampoco se busca saturar el día a día con cientos de actividades. Los administrativos, profesores, estudiantes tenemos familias que están ahora en las casas y necesitamos los tiempos para actividades que antes no eran cotidianas. Seguramente para un padre de familia será extraño que su hijo que está en la Universidad necesite adecuar un espacio de la casa para estudiar y que una pareja, en la que puede haber un profesor, deban tener una división del trabajo doméstico para elaborar los cursos virtuales y atender los otros oficios resultado del confinamiento. Reitero, no son tiempos normales, no sabemos si pronto volveremos a nuestra condición anterior; por tanto, necesitamos soluciones que se salen de lo habitual.

Igualmente, nos vamos a apoyar en los avances y propuestas que el Cidet tiene para los cursos virtuales y la dirección de la Universidad busca apoyar las necesidades que pueda tener el Centro. Las decanaturas y el doctorado están trabajando para que la articulación con el Cidet nos permita ser más exitosos en las metas propuestas. Los invitamos a visitar la página http://cidetmoodle.pedagogica.edu.co donde encontrarán todos los detalles para el uso de plataforma Moodle1. Particularmente el paquete scorm, permite “linkear” otros recursos que pueden favorecer el aprendizaje y su evaluación, como los que brinda Hotpotatoes2, o también se puede hacer directamente con la herramienta HOtPot. La plataforma también permite agregar recursos como subir archivos o carpetas, separar contenidos y organizarlos en el entorno virtual de aprendizaje. 

Del mismo modo, la Universidad cuenta con la plataforma de servicios de Office 365 que nos permite, además de nuestra cuenta de correo institucional, tener para cada estudiante y profesor un terabyte de alojamiento en la nube con la aplicación OneDrive. Se suma el servicio para trabajo en grupos o el desarrollo de cursos con el recurso Microsoft Teams3, la aplicación Skype recomendable para actividades de tutorías o incluso otras alternativas como EdModo4. 

La Universidad conoce todas las dificultades de los estudiantes y sus familias. También debemos seguir garantizando la vinculación y pagos a todos nuestros colegas. Por eso, vemos posible que podemos avanzar en la programación de cursos virtuales mientras logramos retornar a la presencialidad. En efecto, la virtualización tiene muchas dificultades y seguramente existen actividades que no vamos a poder cumplir por muchas razones técnicas. En ese sentido, la Universidad puede buscar hacia el mediano plazo el diseño e implementación de cursos intersemestrales para aquellas asignaturas o estudiantes que se puedan ver envueltos en dificultades económicas o tecnológicas, pero nuestro deseo es que no vean retrasado su proceso formativo.  También estamos dando trámite ante las distintas instancias a solicitudes para flexibilizar los cronogramas y pagos de la matrícula y que su valor sea una limitante menor para seguir estudiando; así como la posibilidad de cancelaciones parciales o totales de manera excepcional, modificación que correspondería en su momento al Consejo Superior.

Asimismo, los profesores de la Universidad han lanzado la campaña “El cariño verdadero” para apoyar de manera solidaria a nuestros estudiantes. Esta es una gran lección porque en momento de crisis logramos reconocer los rostros invisibles que construyen cadenas de afecto para fortalecer la pedagógica. Sí, tenemos diferencias, desacuerdos, posiciones políticas diferentes, pero venimos de condiciones atípicas desde el año 2018 y es el momento para que brote la esperanza en momentos que son difíciles para todos. No queremos que ningún miembro de la comunidad de la Pedagógica se quede aislado; como profesores, maestros, padres de familia, miembros de una especie que habita este planeta, este es el momento para que desde un corree electrónico, una llamada, descargando una actividad que subió un profesor, la visualización de un documental, etc., nos permita seguir cuidándonos mientras nos podemos dar un abrazo fraterno. Que una muestra de solidaridad haga emerger lo que somos, educadores comprometidos con el cambio social. Ese cambio es también en nuestra casa común: la educadora de educadores. 

Es posible que la anormalidad se convierta en una constante y en una nueva normalidad. El COVID-19 se puede prolongar en el tiempo, otros virus pueden venir, la contaminación del aire en nuestras ciudades puede provocar nuevos confinamientos. Estamos viviendo momentos inciertos y aprendiendo a producir y reproducir nuestra existencia en esas condiciones. 

_______________________________

1 Tutoriales de aprendizaje: 
https://www.youtube.com/watch?v=cwRcBmx1Y9c
https://www.youtube.com/watch?v=X5HhGvIob3Q
https://www.youtube.com/watch?v=Qb97n48Z8wU 

2 https://www.youtube.c/watch?omv=B4vGiOjKxzU

3 https://support.office.com/es-es/article/v%C3%ADdeo-¿qué-es-microsoft-teams-422bf3aa-9ae8-46f1-83a2-e65720e1a34d

4 https://new.edmodo.com/?go2url=%2Fhome

________________________________________________________________